Te dirán que me fui…
aunque nunca me haya ido;
incluso, que morí…
pero he revivido;
se abrieron las puertas
y con ellas, sus postigos;
nacieron nuevos días,
soy testigo;
si quieres encontrarme,
ya sabes dónde vivo.
JM
Te dirán que me fui…
aunque nunca me haya ido;
incluso, que morí…
pero he revivido;
se abrieron las puertas
y con ellas, sus postigos;
nacieron nuevos días,
soy testigo;
si quieres encontrarme,
ya sabes dónde vivo.
JM
Si te tienes que vestir,
hazlo se vida;
ganarás la partida,
con vestido tan sutil.
JM
Pastor de hombres… ( complicado el
final) Paqui
Serena…
quién
te tuviera;
conmigo
siempre,
de
compañera;
por
recitarte…
me
ajusticiarán;
también lo he escrito,
si
lo van a apuntar;
tal
vez conozca el sitio,
donde
me van a llevar;
si
no , aquí;
más
allá;
mañana
te recitaré otro,
uno
más;
nunca
entenderé,
de
qué soy culpable,
de
ná, de ná…
Soy demasiado emotivo,
demasiado sentimental;
me afecta demasiado el mal
y el castigo, que no persigo;
habrá que crear un otro,
con aires de potro
y título, de D. Juan.
JM
Hay que ir por la vida, dando abrazos; no volviendo la cara y con miradas sinceras, sin receta de caducidad. ¿Tan difícil es guiñarle el ojo a un antojo o a una clara realidad? Quizás, el bienestar se encuentre detrás de ese poema que nunca leíste o la sensación que sí sentiste y no supiste premiar.
Todo estará perdido, si no sabes empezar. Todo, se llenará de telarañas, en las entrañas de una gran verdad. ¿Qué requisito huye del delito, que sueña con triunfar? El triunfo nace y parte de ti; no le gusta esperar. Desea ser paz y pez, nadando en los labios de una mujer que cabalga a la luz de la luna, sintiéndola dentro y oportuna. Oír sus latidos, olvidar los ruidos y no esperar un tardo después. Siempre será el ahora quien ilumine tu alcoba, de brillante satén.
Volverás adonde nunca fuiste; vestido de vida y armado de porvenir. Fortalecerás a tu yo, hablándole de ti…
Vereda 26/12/23
Puedo ir en contra…
de mi cabeza,
no de mi corazón;
con toda certeza…
este, lleva razón.
JM Vereda 5/1/24
No merece la pena…
vestirse de torero
sin ruedo, donde torear;
ni pedirle alma, calma
en un mundo infeliz.
JM
En ti derramo mi deseo…
poema eterno;
a ti, entrego mis ganas
que cada mañana,
derraman vida;
y en ti, mi yo;
para ti, mis días.
JM
Envenena la mirada…
y grita, tu hacer;
ya sé por qué…
sueño por las mañanas,
esperando al amanecer.
JM
Lee el poema…
vuelve a hacerlo;
eso que queda,
no es un misterio;
es el alma del poeta,
nunca… yerto.
JM
Quiero abrazar a la Serena
y sentirla mía;
besarle los labios,
en una mañana fría;
donde el rocío haga nido…
para acunar esta poesía.
JM
Quisiera besar a la nada,
si en la nada…
hay labios;
y dibujar un itinerario
de paz infinita
que pone y no quita
el amor, sin plagio.
JM Fb 24/12/23 Vereda 6/1/24
También habla el corazón…
con golpes oportunos;
a modo de saludos,
cargados de amor.
JM
Me siento…
como el viento que no llama al pasar;
como huido personaje,
a falta de linaje
y ropa, de atrás.
JM
Amanece en la Serena…
mi corazón se abre;
grita mudo,
a falta de saludos,
nada cobardes.
JM
Intento hacer llegar…
la Serena, a todos;
quizás sea este el modo,
de poderlo lograr;
un poema vestido de poesía
con rima, de íntima verdad.
JM
Hay miradas que lloran…
con lágrimas secas;
testigos de batallas
y sentencias perpetuas.
JM
Déjame quererte, mujer…
déjame;
aparta los miedos,
sonríe a los peros
y grita, al fin;
esa sonrisa que escondes,
es para mí.
JM
¿Cómo decirle bonita…
a una linda mujer?
¿Con un poema…
o con una sonrisa,
tal vez?
Con un querer,
sin duda,
con un querer.
JM
El primero en llegar…
siembra el destino;
sella el camino
y declara, la verdad.
JM Para todos, FELIZ NAVIDAD. Vereda 15/2/24
A la Serena…
le conté mi pena,
la recogió;
le puso flores y colores,
amores y calor;
me curó su llanto…
ya éramos dos;
tontos enamorados,
sin solución.
JM
Decía el arroyo…
que tu cara era morena,
Serena;
que sus labios deseaban tu beso
en noches, de luna llena;
cuando todo, nada en calma
y el amor, se aprovecha.
JM
El poema…
se vistió de gala,
esperando a la poesía;
fue de mañana,
en un gran día
donde lucía el sol,
sin cobardía;
deseoso de gustar
en la ceremonia
con su rima;
poco más podía ofrecer…
un poquito de calor
y algo, de tierno querer.
JM Vereda 31/1/23