Si hay
que luchar…
que se
sea con la palabra;
es la
mejor arma.
JM
Le
preguntaron cómo se llamaba,
respondió:
LIBERTAD;
había nacido
de padres inciertos,
de aquí o
de allá;
sabía bien lo que decía
y no
temía
mirar para
atrás;
sus pasos
no habían sido fracasos
y le ayudaron a caminar y caminar;
hacía tiempo
que decidió ser libre,
empuñando
calibres
de fabulosa
soledad;
ella, era
amiga
a la que
amar.
JM Vereda 31/1/24
Somos
nuestros propios verdugos
y gente,
de poca fe;
nos da
igual empuñar un arma
que acariciar
un bebé.
JM Vereda 31/1/23
De prisa…
se puso
la camisa,
sin mirar
el reloj;
había transcurrido
una vida
y olvidado,
un amor.
JM
Quise que
vinieras…
a sacar
afuera
aquello que
entró;
lo hizo
sin permiso,
sin previo
aviso,
ni juicio
de honor;
ya, no
merece la pena,
ondear la
bandera
que pedía
atención.
JM
La
inocencia, se viste pureza,
cuando el
llanto de un bebé,
toma fuerza;
él, no
sabe nada;
solo reclama…
cierto querer.
JM
… y me acostumbré a no tener a nadie para recitarle el poema
que acababa de escribir; a mirar siempre al cielo y no a los espejos que pudieran
maldecir; a recoger la lluvia en mi
mano, no sentirme vano y sí, completo adalid.
Sentí… que los abrazos
fuera de plazo, no gozan de porvenir; que un guiño a deshoras vale más que mil noches de alcoba; que no
puedo barrer sin escoba y que si leo, no puedo escribir.
Sé… que existen mundos
profundos, llenos de vida compartida entre el gozo y deseo nunca feo; amantes de
un antes fabuloso e inquieto.
Por todo
eso…
Abrázame…
cuando llegue
el día;
la noche
viene pronto;
no llama,
no pía.
JM
No te
cruces…
con las luz
del maldecir;
es,
testigo falso
toro no
manso
y enemigo
vil.
JM
… y me
preguntó por la Serena,
un hombre
falto de fe;
le acompañaba
una vida,
complicada
de reconocer;
aquí
vivimos en chozo,
qué más
quiere saber…
no me
importa el dinero,
sino lo
que me da usted,
un
poquito de compaña
y otro poquito,
de fe;
para
explicarles a los malos,
que en
cualquier lugar,
existe el
bien.
JM
Si luchas
con la cabeza…
con toda
certeza,
tropiezas;
si lo
haces con el corazón,
te visitará
la razón.
JM
O era la
música…
O fue el
poema;
sería todo,
en
aquellas mirada sinceras;
donde los
ríos soñaban
con blancas
noches de estrellas;
así el
universo entero,
lloraría y
lloraría,
teniéndolo
en cuenta;
para qué
más luz,
para qué más
penas.
JM
Elegí la
poesía…
haciendo
mía,
la ilusión;
rechacé el
poema,
no por
pena,
y sí, por
amor.
JM
Temprano…
salgo a
pasear,
con mi
perrita de la mano;
a menudo,
atiendo a
saludos
de los
días de verano;
luego,
entra el calor…
vuelvo a
casa, no cansado,
lleno de
vida
y buen
humor;
no me
quiero parecer a nadie,
deseo,
ser yo.
JM
No te
vayas lejos,
mírate en
el espejo y grita;
no hay
mejor que tú,
digan lo
que digan.
JM
Mi
corazón es Sereno…
y mi
alma, viva;
no quiero
otra cosa
para mi
vida;
de la
sierra, cojo el aire…
de las
cogutas, el vuelo
y de los
ojos de mi pastora…
el embrujo,
que más deseo.
JM
Reirán
las mañanas sin miedo,
acunando al
amanecer,
libres de
fuego
vivos,
sueñan los porqués;
arropados
en mantas de anhelo,
despojándose
de velos,
ansiando un
querer.
JM
En cierto concierto, incierto…
la música, no existía;
dulce algarabía
nadaba entre los asistentes;
fervientes alborotados,
cansados y aliados
de una paz absoluta.
JM Vereda 23/1/24
La
vida…
es caprichosa,
hasta
cruel y rencorosa;
esposa
de peligros
y
golosa, golosa;
jardín florido,
fuera
de ruidos
donde
las rosas,
no
buscan ser esposas
de
claveles engreídos.
JM Vereda 23/1/24
Serena…
me das todo,
me quitas las penas;
soñaste conmigo,
me regalaste una estrella;
me hiciste hombre,
luego…, poeta;
más tarde amigo
de situaciones concretas;
donde un abrazo
es un abrazo;
y tu cariño…
mi meta.
JM Fb 26/1/24
Quien me hace falta…
sabe bien quien es;
una sonrisa a deshoras
en un tierno amanecer.
JM
Todos
los días escribo…
y no persigo,
castigo, ni tampoco gloria;
ya
se encargará la memoria
de
grabar, lo que digo.
JM
Bien saber mi almohada…
que no hay nada
como disfrutar de un poema;
olvidando penas
y metiéndose en él;
bien conoce esa mujer,
por los años que ha vivido,
a qué responde el latido,
cuando se disfruta ese placer;
ya llegaron los momentos,
dulces y contentos,
con nada mejor que hacer.
JM
Abrió los ojos…
y los volvió a cerrar;
había transcurrido una vida,
nada más.
JM Fb 18/1/24
En un libro encontré…
lo que no busqué;
una sonrisa,
una vida;
hasta el llanto…
de un bebé.
JM
Lo sujetó con el alma…
y lo ató, con la vida;
lo miró a los ojos,
limpiándole las heridas;
le habló bajito,
como madre, a su cría;
ya vuela alto,
en cielos de alegrías.
JM
Le escribió un poema…
y le dio vida;
tanto tiempo dormida,
tanto tiempo infeliz;
pudo soñar…
hasta reír;
dibujar un mundo
en el que poder sentir…
el canto del llanto,
de aquella mujer,
sobre sí.
JM
Decía el arroyo…
y hablaba la huerta, despierta;
yo, río…
tú perla, en tierra;
cuando lleguen los fríos,
te arroparé con lo mío;
si no tengo agua,
ya tengo mi manta dispuesta.
JM
Cántale al mudo…
y llora, con el triste;
ríe, con el feliz
y vive, lo que no viviste;
sueña con lo que será
y olvida, lo no olvidado;
el pasado, vendrá vestido de vida...
ganando la partida,
contigo, a mi lado.
JM
El toro, negro;
y el fandango, sentío;
los amaneceres eternos…
de tus labios, en los míos.
JM
Sus poemas eran olores de recuerdo…
pintados con alas
de miradas por dentro;
genuinas figuras,
ardiendo en llamas
de sano sarmiento.
JM
Si me preguntaran…
por qué escribo,
no le sabría responder;
es necesidad por momentos,
placer…, por placer.
JM
Romance… a los perreros de la Serena.
Cantaba la Lola de parao…
en medio del jaral;
había llovío por la noche
y allí, se encontraba acurrucá;
segura de sí misma,
disfrutando de su bienestar;
aquella vieja pepa…
con años de más,
no hizo mucho caso,
a quien la quería molestar;
una grifoncilla con ganas
y fuerza, en el cantar;
la oyó la Córdoba…
que poco tardó en llegar;
campanera de pelo duro,
colorá como la que más;
fiel a su perrero que con esmero ,
tuvo que criar;
fue la única de la camada,
no hubo más;
llegó al encame …
y poco tuvo que esperar;
las jaras arropaban,
a quien defendía su hogar;
le pidió permiso,
la miró con lealtad;
en ocasiones…
los ojos no necesitan tinta para
escribir,
ni las lágrimas llanto,
para ser leídas;
el punto de partida,
no tiene por qué ser el final
pero ante tal desenlace,
poco se podía esperar;
es más…
cierta gabata asomaba,
extrañada de aquel plan;
-vamos Lola,
vámonos ya,
no molestemos más… este hogar.
JM
En ocasiones…
los ojos no necesitan tinta para escribir;
ni las lágrimas llanto,
para ser leídas.
La vida…
sabe bien a quien amo
y no reclamo,
su atención;
confío en ella,
por qué, no.
JM
Nunca se está preparado para nada…
es la vida quien enseña
y el momento,
el que prima.
JM
Feliz Año, a todos.