Aquella ilusión… acabó en un qué contar. Todo comenzó de dentro y si en ocasiones musicalizo
mediante la rima, mis escritos, dudo que sea delito…, expulsar lo que llevo ahí.
Tal idilio, no obedece a falta de juicio y sí, a cierta necesidad; no deseo
ocultar lo que me pide, sean las ganas, sean mañanas plenas de luz…
Me atreví a soñar, conmigo…; ser
testigo, de mi corazón; pequeño dueño de sueños y silencios, sin solución;
deseo ser ese aprendiz de poeta, no esconder mi silueta y bajar un
lucero, para entregarme a él.
A la luz que reciba… le entregaré mi vida
entera, tal sea la mejor manera de sentir lo que nadie siente; inquietud
desmesurada con caricias de almohada para abrazarme al amanecer; no pensar en
después, ni en jamás. Para qué ir para atrás, mi vida olerá como una
rosa de abril; como agua de mayo, que caló en mí. Tal vez no sea tormenta y sí,
porvenir…
Novela…” Vereda de Verdad”
Octubre 2020
JM