Amigo Álvaro…
“ La perrina le miraba
y la burra, le reñía…
quedaba lejos el cortijo
y el arroyo, crecía;
cruzarlo era locura,
no hacerlo, poca valentía…
De qué vale el valor
cuando la cabeza, no está fría;
cuando no se piensan las cosas
y las prisas…poco amigas.
Las aguaderas ya nadaban,
mojándose la mercancía;
la luna le observaba, las estrellas no reían.
Con el cabestro en la boca
y las manos, arrecías...
todavía faltaba,
para llegar a la orilla;
no quería mirar atrás,
y miró a lo lejos,
al sentir pie en la tierra,
sacó a uno, a uno, los conejos;
a todos los secó
con el calor de su cuerpo,
por eso, amigo Álvaro,
aunque estés lejos,
tengo que escribirle a un hombre,
quiero escribirte
esos versos;
valen para poco,
yo me entiendo…”
JM