Quise arreglar lo roto…
mas, no era el momento;
enderezar un entuerto,
necesita paz y tiempo;
quién viste a ese hombre
de prisa y ganas;
quién, por las mañanas
abre las ventanas,
tocando las campanas,
de un lindo porvenir;
quién, es quién…
quién, muere por mí.
JM