… creó, hizo suyos poemas infinitos…, defendiéndolos a gritos; jamás será delito cumplir esa
condena. Darle alas a los versos, lindos procesos de libertad; es a esa señora
a la que se debe amar. Entre el vivo y
el cautivo existe solo un camino, la verdad; complicada señora,
sí; pero ahí, hay que acabar.
Si
su corazón palpitaba…, gritaba; si ardía…, nunca fue cobarde. Siempre será un
buen momento, celebrar un encuentro y disfrutar un lindo final. Había mucho que
andar y poco, lo recorrido; ansiaba su mano, fue consigo y aunque fuera duro el
camino, sabía caminar.
Cuando
hubiera llegado…., no dibujaría la
sonrisa con pena; le hablaría de tú a las estrella y en una de ellas, desearía
envolverse. Si a las nubes acudió…, se
entregó; con las manos por delante y sueltos los pies; ellos…, de
memoria saben…, correr.
Resulta complicado ser leal…
uniformándose de vida;
esa actitud comprometida,
se reserva…, al capaz.
Todo puede ser inconfortable y
falible cuando acompaña la soledad; la pobreza… se notará aunque la riqueza,
asome. Es la historia, memoria infinita de quien pone y no quita, a cada uno en
su lugar. Siempre será el llanto, canto de gloria; dibujando en cierta
sensación, con trinos de vida; duende preciso que hasta de decomiso, se
alimenta. En ocasiones, perder es ganar; por mucho que llueva, ya escampará.
Abrió la puerta y ya, no se encontraba allí aquella soledad; ya acabaría su
fiesta y comenzaría su mal. Aún así, la invitó a pasar y ponerse cómoda;
admitiendo ella, que no lo volvería a intentar. Si esa señora se le quita el sol y edad, se
convierte en indigna dama y cruel realidad; favorita de los necios, que no
saben…amar.
Extracto Novela….” Vereda de Verdad”