lunes, 29 de junio de 2020


… creó, hizo suyos poemas infinitos…, defendiéndolos  a gritos; jamás será delito cumplir esa condena. Darle alas a los versos, lindos procesos de libertad; es a esa señora a la que se  debe amar. Entre el vivo y el cautivo existe solo un camino, la verdad; complicada señora, sí;  pero ahí, hay que acabar.

Si su corazón palpitaba…, gritaba; si ardía…, nunca fue cobarde. Siempre será un buen momento, celebrar un encuentro y disfrutar un lindo final. Había mucho que andar y poco, lo recorrido; ansiaba su mano, fue consigo y aunque fuera duro el camino, sabía caminar.

Cuando hubiera llegado…., no dibujaría  la sonrisa con pena; le hablaría de tú a las estrella y en una de ellas, desearía envolverse. Si a las nubes acudió…, se  entregó; con las manos por delante y sueltos los pies; ellos…, de memoria saben…, correr.

 
Resulta complicado ser leal…
uniformándose de vida;
esa actitud comprometida,
se reserva…, al capaz.

            Todo puede ser inconfortable y falible cuando acompaña la soledad; la pobreza… se notará aunque la riqueza, asome. Es la historia, memoria infinita de quien pone y no quita, a cada uno en su lugar. Siempre será el llanto, canto de gloria; dibujando en cierta sensación, con  trinos de vida;   duende preciso que hasta de decomiso, se alimenta. En ocasiones, perder es ganar; por mucho que llueva, ya escampará. Abrió la puerta y ya, no se encontraba allí aquella soledad; ya acabaría su fiesta y comenzaría su mal. Aún así, la invitó a pasar y ponerse cómoda; admitiendo ella, que no lo volvería a intentar. Si  esa señora se le quita el sol y edad, se convierte en indigna dama y cruel realidad; favorita de los necios, que no saben…amar.

 Extracto Novela….” Vereda de Verdad”

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