A la palabra, “brisa”
y a la palabra,
“aire”,
le faltaban dos patas
para completar el
banco.
Tenían que ser suaves,
lindas,
fácilmente citables;
recordadas siempre…
entrañables.
Pensaron en “ aura”,
luego en “bruma”
más tarde en “canto”.
El banco volvería a
estar cojo,
¿Cómo arregarlo?
JM
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