Bebí… de la alegría que
provenía de tu recuerdo; andada yo muerto y apagado y experimenté cierta
sensación que dudaba que existiera, llenándome de confort. Era como respirar
hondo y sentir la vida; era…como besar tu sonrisa cuando te ibas; me mordía el
labio inferior dándole vueltas a algo
que no busqué y sin embargo, se mostraba ante mí. ¿ Cómo era posible?. Yo, que
rechacé todo, había encontrado un acomodo difícil de explicar. Me visitaban sentimientos
oportunos que a modo de saludo, se instalaban en mi vacío corazón. Podía pintarte
… con los ojo cerrados, sentir tus manos en mis manos, siendo feliz.
JM Vereda
No hay comentarios:
Publicar un comentario