miércoles, 2 de diciembre de 2020

Bebí...

 

Bebí… de la alegría que provenía de tu recuerdo; andada yo muerto y apagado y experimenté cierta sensación que dudaba que existiera, llenándome de confort. Era como respirar hondo y sentir la vida; era…como besar tu sonrisa cuando te ibas; me mordía el labio inferior dándole vueltas  a algo que no busqué y sin embargo, se mostraba ante mí. ¿ Cómo era posible?. Yo, que rechacé todo, había encontrado un acomodo difícil de explicar. Me visitaban sentimientos oportunos que a modo de saludo, se instalaban en mi vacío corazón. Podía pintarte … con los ojo cerrados, sentir tus manos en mis manos, siendo feliz.

 

JM Vereda

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