miércoles, 6 de enero de 2021

Cuando te empiezas a rendir

 

Cuando te empiezas a rendir, se nota; la rigidez de la mente, otrora presente, te impide ser. Ser lo que fuiste, ver lo que viste, oler como olías. Pasan los días y los aires que vuelan, se cuelan sin tu permiso. Permanecer en aviso, no merece la pena, es ley eterna. Ir contra corriente, saltar alguna pendiente, puede ayudar; pero todo…, depende de cada cual.

 

¡Cómo huele el alba…! ¡Qué aroma despierta…! Cómo no permanecer alerta, ante tal derroche de fuerza; qué sutileza encierra su olor. Qué puede hacer, un yo…

 Novela Vereda de verdad.

 

 

 

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