martes, 5 de marzo de 2024

Me faltaban días...

 

Me faltaban días para cumplir conmigo…, y cierto desatino me emborrachaba de desconcierto. ¿Sería  aquel el momento o habría que esperar algún otro? Siempre fui potro y no caballo entero, que desconocía el abrevadero para calmar su sed; es esta, señora impaciente que no se presenta de repente y sí, cuando es menester.

Dudaba si ya había escrito todo y ese falso acomodo, traspasar mi piel; otrora húmeda y fresca, como geranio de un mes. Pudo ser su flor, tal vez el destino, no sé…Lo cierto es que firmaba, este papel; limpio, sin garabatos, ni sonrisas que esconder.

¿Qué se necesita para mirar hacia adelante y ser navegante del más fabuloso bajel? Pensé en quedarme parado, con cierto caos  a mi lado y  llanto, de digno bebé.

No había crecido, ni asumido…, mi vejez.

JM Vereda 6/3/24

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario