Antes de que acabe el año, sube al
cielo y dime…si lo que percibes, no es un desengaño. No necesitarás escalera,
si lo que encuentres afuera, huele a porvenir. Tal vez, venga al caso un
aplauso; si hay que hacerlo, aquí estoy para verlo, aún siendo ciego. De nada valen los
luegos, cuando no se conoce el miedo,
siendo la causa justa. La carne, siempre quedará insulsa, si no se le agrega
ilusión. Y cuando te veas apretado, no mires hacia otro lado; haz de tripas…,
corazón. Lo que no arde…, jamás podrá arder; ni en los hombros de un hombre, ni
en los labios de una mujer.
JM
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