sábado, 8 de diciembre de 2018



            Antes de que acabe el año, sube al cielo y dime…si lo que percibes, no es un desengaño. No necesitarás escalera, si lo que encuentres afuera, huele a porvenir. Tal vez, venga al caso un aplauso; si hay que hacerlo, aquí estoy para  verlo, aún siendo ciego. De nada valen los luegos, cuando no  se conoce el miedo, siendo la causa justa. La carne, siempre quedará insulsa, si no se le agrega ilusión. Y cuando te veas apretado, no mires hacia otro lado; haz de tripas…, corazón. Lo que no arde…, jamás podrá arder; ni en los hombros de un hombre, ni en los labios de una mujer.


JM

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