Nadie me mostró el
olor…
yo, elegí el aroma
y esa sensación que
ahora asoma…
nada en mi corazón;
yo mismo sufrí el
dulce dolor,
que a menudo se
presentaba,
testigo era mi
almohada,
pañuelo, de mi sudor;
para qué defender el
sí,
cuando es … no.
JM Vereda 1/1/21
No hay comentarios:
Publicar un comentario