Me enteré que
había sido feliz…
sin llamar a
ninguna puerta;
tal vez
esta…
estuviera
abierta
y yo, no la
vi;
la siento
ahora,
cuando han
pasado las horas
y no puedo
dormir;
recuerdo como
se vestía,
cómo lucía…
en sus
labios, el carmín;
dichosa
diosa,
si no eres
rencorosa,
déjame te
decir:
que aunque
tuve los ojos tapados,
anhelaba…
saber de ti;
a qué
condena me enfrento;
mi lamento,
ahí está;
permíteme
abrazarte…
…felicidad…
JM Vereda 8/5/22
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