Mis versos,
mis perros,
mi campo…
un abril florido
de dulce quebranto;
un poema que se cae,
otro que se levanta,
un cachito de paz,
en mi garganta;
mudo recitaré,
mudo y ciego,
en tiempos me aprendí,
lo que luego…
se oirá aquí, aquí y más lejos;
mandamientos puros,
para los despiertos.
JM
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