Soy…
perro
puntero que marca la ladra;
nací
en abril,
en una
cuadra;
allí
anidó mi madre,
haciendo
cama, en la paja;
no crecí
solo
y sí,
con dos hermanas;
cazan
como nadie…
pero
no pían las condenás;
ninguna,
ha sacao mi labia;
yo,
berrendo entero;
ellas,
podencas puras blancas,
me siguen de cerca,
y la
música les falta;
en los
agarres se aprietan,
muerden
como alimañas,
cuando
llegan los alanos,
ya han
dejado su marca;
las
quiero a mí,
me hacen
falta;
sé que
algún día,
como
aquella mañana…
en al
que solo paré al guarro,
estando
ellas lejanas;
Jara
se llamaba una
y Tuerta,
su hermana;
no le
faltaba la vista,
heredó
el nombre de mama;
podenca,
podenca…
podenca
de fama;
me abrí
paso como pue,
salvando
las jaras,
me agarré
a los huevos del bicho,
parándolo
como un pirata
que
defiende su barco,
sin
dar la alarma;
poco
podía hacer más,
sino
apretar sus entrañas;
cuando
quise acabar…
la Tuerta
se desangraba;
un puntazo
en el cuello,
cierta
herida en el alma;
quiero
sufrir por ello
y aquí
están mis lágrimas.
JM
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