Me monté en el viento
y marché lejos;
más tarde, el destino me abrió camino
y mi ilusión, la dirección;
nunca llegué…
siempre existía un más allá,
a veces tierra
y en ocasiones, mar;
los pasos me decían,
y mi caminar insinuaba,
dónde acaba todo;
dónde…, la mirada.
JM
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