Me encanta equivocarme de vez en cuando y de ahí, aprender… No sólo una vez, sino las necesarias; repetir aquellas tablas, dibujando un  no sé qué. Esconderme entre melena y barba, rebuscar palabras, peleando contra la timidez…; idiota patriota que viste de oscuro, evitando saludos y noches sin dormir.

Algún día…, dejará de llover; los besos…, serán infinitos versos y el ocaso…, amanecer; otro día…, lo lejano lo tendré en mis manos, siendo amo de mi; ya…, bailaré descalzo, envuelto en brazos e himnos de gloria; no hará falta memoria, ni dicha, ni quebranto.

 Seré ese…, que meterá prisa al amanecer cuando aún sea de noche; no esconderé mis prisas en mangas de camisa y pleno mes de enero, esperando que el alba cambie de color y que el orto nunca sea corto, ni escaso; para tenerte en mis brazos, cuando brille el sol…

JM Novela Vereda