domingo, 1 de diciembre de 2019



Un libro…, es  como hijo que vas criando poco a poco; primero, limpiándole los mocos, más tarde comprándole un reloj. Es el  paso del tiempo… cada día, una página escrita que incita a la siguiente; viva mujer rebelde y valiente  que no cesa de parir… escritos; sin domicilio preciso, ni destino justificado, para qué mirar para otro lado si todo, está ahí; envuelto en aires de rima y brisas de porvenir.
Esa infancia con distancia, ese insurrecto juvenil; aquella fragancia de Nenuco, este perfume de jazmín. Todo…, está aquí; todo…, allí; en  los ojos de los capítulos los que te hacen vivir. Lo que  has conseguido, ya forma parte del olvido; lo que vendrá…, si no tiene alas, no podrá volar.
Ese mundo que a todos rodea, solo es un personaje en la novela de la vida; sensaciones compartidas de un largo viaje…, y cuando las astillas del recuerdo sangren en  nuestro equipaje, todos seremos adultos; todos… infantes.

JM Vereda 5/4/22

No hay comentarios:

Publicar un comentario