Cuando esto
ruede como debe…, nos acordaremos de los charcos que pisamos en este recorrido.
Tal vez no cantarán los pájaros como hacían, pero sí crecerá la hierba de
nuevo. Para que las cicatrices sanen, se necesitan sutiles y limpios besos en
las postillas de las heridas, lindas maravillas con hermosa cura. Formábamos parte de un bando inadecuado, aves
que no sabían volar por sí mismas, desconociendo el duelo y el vuelo.
Aún siguen
vivas las aristas de las autopistas que puedan sanar; escalaremos lo más alto y
desde allí, miraremos el cielo que se encuentra a nuestros pies; y cuando
vuelva la vida, recítame un poema la valga la pena y nos haga…sentir.
No queda
lejos, ni lejano… lo que ansiamos; está encuentra en nuestras manos, vivir. Nos
esperan cataratas de vida, risas compartidas y un sinfín de anécdotas por
contar; cuando acuda la ayuda, ya no valdrá…; habremos salido enteros, de ese
pozo de maldad.
JM Novela Vereda.
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