¿Cómo
pintarle los ojos a la luna…?
Tal vez, con acuarelas oportunas; quizás, con
versos inquietos y traviesos. Serían ellos los culpables colores, no exentos de
amores, que me hacen así; que me acompañan en mi tristeza, empujándome al
beneficio de la risa.
-
¿Cómo
recitarle al mundo…, si fuera mudo; a fuerza de estornudos, no lo consigo?
“Nada resultará en vano…
si por las mañanas, temprano…
no agarras el corazón
con las dos manos
y gritas…
…LIBERTAD…”
Siempre existirán los “antes” y los “luegos”; la
llama y el fuego; la tormenta con sus truenos; la cuerda… y el reloj. Juicio y
beneficio; parche … y solución.
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¿Cómo
decirle al sol que brille y no queme; que los atardeceres sean perpetuos y no
escondan, su luz?
-
¿Quién
sopla: el aire o el viento?
-
Sólo
los pensamientos… gozan de esa libertad. Un “te quiero” infinito, un tremendo
apetito, aquel poema. Una caricia a oscuras, una sonrisa que madruga, cierto
amor. Y por qué no…, un copioso equipaje, la luz de tu viaje hacia tu interior.
JM Novela Vereda de verdad
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