Puede…que nadie llegue adonde nunca fue, pero siempre se trajo algo (un olor, un abrazo…). Dicen tanto
los puntos suspensivos que cada latido es un suspiro y un pensar; cierta alargada sombra
que nombra y te nombra, sin nombrar; posible acuerdo entre emisor y sus
adentros; tal vez, lamento; tal vez…, bienestar.
No me pidas volver adonde nunca fui; no me hables de un ayer
que no he vivido. No me hables de usted cuando aún soy joven; no me digas adiós…,
cuando todavía no me haya ido. Cuando se comienza a escribir, sea lo que sea,
se comienza a pisar la vida; se abre un mundo, nada mudo, de añoranzas y
recuerdos. Un infinito universo de sueños soñados y sin querer; olvidados. No miras para otro lado, conoces dónde mirar;
imaginas olas de sueño y paraísos sin maldad. Eres…, otro yo; distinto a los
demás; ni más blanco, ni más negro…, diferente y sin igual; presente siempre,
exclusivo y sin piedad. Una nueva página vital, un logro…; jamás, un quizás.
Cierta fuerza interior, un adeudo íntimo. Confortable
escrito, rima y valor.
Novela …” Vereda de verdad”
JM
No hay comentarios:
Publicar un comentario