La fiebre
desaparece…
cuando la
temperatura, decrece;
la pena no
merece,
emitir
sandeces
y crear termómetros
inadecuados
que miran
para otro lado
y fijan un
error;
qué tendrá
el calor,
cuando a la puerta asoma,
no siendo
paloma
y sí, feliz gorrión.
JM
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