Me preguntaron en
cierta ocasión, quién era yo; de momento…, no supe, ni pude responder. Más
tarde, tampoco; pero aquella noche, llovió y llovió. Me mojé los pies al
caminar por la mañana, y no me importó.
Algo entró en mí que
más tarde, se desvaneció; se parecía a un suspiro, un leve movimiento interior;
un parche, cierta solución. Algo insospechado que no me miraba de lado e
incluso, me levantaba la voz.
-
Despierta,
hace tiempo que salió el sol.
-
¿Quién es
ese hombre, que no conozco?
-
¿No
conoces a quien te alimenta y te da calor?
-
Ese calor…
-
Ese calor,
es amor.
-
¿Tú crees
que lo necesito…?
-
Tú…, y yo.
-
Pero si tú
eres madre y yo, solo un simple gorrión.
-
¿Te faltan
las alas…?
-
No, no…
-
Entonces
no niegues, ni pidas perdón. Vístete con traje de luces y firma como campeón.
JM Vereda 14/6/23
No hay comentarios:
Publicar un comentario