Decidí ser feliz…, escribiendo un poema; mas, ganaba la
nostalgia al deseo y en este panorama de dudosa fama, lo bonito podría ser feo,
cuando se presentara el drama.
Dónde nace el llanto sino en un canto interior que rasgó la
garganta; dónde las ganas de afrontar un mañana, sin riesgo. Dónde la vida, a
menudo escondida, en paños de ternura y tierno apetito. Habrá quien acuda, a vivir
en dudas y esconder, a oscuras, su verdadero ser.
Versos… que llamáis al alba, despedir a la madrugada con
flores y amores hasta un mañana repleto de confort interior; conozco que sois
pillos truhanes que a la pena le llamáis rabia y al desvelo, deseo.
Aquellos versos conversos…
que nunca fueron cristianos,
buscaban libertad,
escapándose de los labios;
revolucionarios… que a diario,
pintaban sonrisas, a los enfados;
luz, a la oscuridad
y lo negro, hacían blanco;
sueñan ahora…
con libros abiertos,
poemas eternos
que escribieron sus manos.
JM Vereda 10/5/22
No hay comentarios:
Publicar un comentario