Madre, que
mejor me conoces,
dile al
mundo entero que yo…
yo, quiero ser
perrero;
no me asustan las jaras,
ni las helás
de enero;
con la
rehala extendía,
cruzaré los aceros;
apretaré a
los alanos
y a los
perros punteros;
ha nacío la
ladra en el sopié
y acabará en
el cielo;
allí llegará
el Caín,
el perro,
que yo más quiero.
JM
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