En las mañanas de niebla…
la Serena calla;
tiernas melodías,
susurran al oído,
entre suspiros de vida;
ha dormido esa mujer…
entre sábanas de albahaca y romero;
soñando te quieros
y sanas esperanzas;
que no venga el alba,
que el amanecer sea eterno;
mamen de este vientre materno,
sin tardanza.
JM
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