Lo que no conviene, no tiene… por qué continuar; desgraciadamente, es
más fácil destruir que crear; si escribimos lo escrito, hasta la ortografía
fallará. Si la rima no se arrima, lo dicho…no gustará. Lo que haya que decir...,
por escrito; lo que haya que escribir, se diga y no se persiga el silencio; mal
vehículo el tiempo, mal momento… el olvido. ¿Dónde se esconde el castigo, dónde
la falta de sensatez para que este mundo cruel,
nos mire del revés y esconda nuestros
latidos? ¿Quién es mi amigo? ¿Tú…, él? Tal vez no seamos nada pero formamos
parte de un todo, que difícilmente encuentra acomodo…, sin saber por qué.
JM Vereda 20/8/22
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