Compro libertad cuando escribo; salpico de letras lo que
llevo dentro y en esos íntimos momentos de paz y gloria, nadan en mi
memoria añejos espejos donde mirarme. Dicen que algunos
mienten, al sentir rechazo; tal vez le falten abrazos y ganas de sentir aunque
sea…, un tierno poema y hacerlo suyo. Sentir sus sentíos, disfrutar de su
amanecer; hablarle al oído y, si es necesario…, dormir con él.
Para qué escribir en un
papel, lo que se escribe en el corazón; ahí, no se borra. Para qué defender
historias carentes de personajes, ni un más allá; para qué querer amar
tanto, si jamás nos presentaron al amor. Tantas preguntas y preguntas, tanta
devoción al “por qué”. No sabemos si somos, lo que fuimos; ni queremos ser.
Ignoramos del mismo modo, que no todo encuentra acomodo en un mismo ser; que
hay momentos en los momentos, vía en la vía; gloria en la alegría y risa, en el
placer. Que nunca nos falte la buena memoria… y el olvido, se
olvide; que el juez no vista de toga para que el derecho,
obligue siempre al revés.
Le respondía con poemas
y era la poesía, vía …
de comunicación;
el uno, mudo;
el otro…, amor.
JM
Vereda y fb.
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