En el manicomio aprendí…
que muchos de los cuerdos,
deberían vivir aquí;
es lugar adecuado,
donde no habita el pasado,
ni asusta, el porvenir;
exento de horarios de comidas,
sin entrada, ni salida,
ni mirada hostil;
acogedor lugar…
donde los sueños,
no son dueños
y la meta, reír.
JM
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