Me gusta el
verde, verde…
sin añadiduras;
como el
abril de la Serena
y las misas,
sin cura;
una mano
cruzando otra,
una sonrisa
que derrota
al mayor de
los gigantes
que antes,
fue enano;
ahora…
todos
cristianos,
bebiendo de
arroyos
de aguas
claras,
donde se
refleja la mirada,
de un decir.
JM
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