lunes, 6 de diciembre de 2021

Acusan

 

Acusan a mi soledad, de forma ingrata; tal vez yo meta la pata, defendiéndola como es. Paso mucho tiempo a su lado y jamás fui rechazado; esperé el momento indicado para indicarle yo a ella, que el porvenir no necesita querella y que  nunca se está preparado para nada; siendo el momento preciso, quien prima.

 Fui y soy su compañero desde hace tiempo y no me arrepiento de este caminar; testigo será ese camino quizás confundido, quizás, quizás…No se trata de un precio a pagar, ni de ropa que se desecha, ni de un mirar atrás; es simplemente permanecer alerta, ante cualquier necesidad.

Aprendí a vivir solo y en ese acomodo de paz y gloria, ya nada en mi memoria, cierto bienestar; me ofreció su regazo y aunque a plazos, he de pagar. Se lo debo y no puedo fallar porque hasta a oscuras, se hace notar. Me acostumbré a su olor sin buscarlo; lo hice mío y lo disfruté; a ver quién me quita, ese placer.

  Este será mi compromiso, con juicio de lealtad; poco más firmo, poco más. Siempre me gustó el agua fresca, no fría; esta soledad, a  las malas compañías.

 Dicen que vivo solo…

y no es verdad;

me acompaña…

mi soledad;

digna señora,

a la que amar.

 

JM Vereda  30/5/22

 

 

 

 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario